¡Bienvenidas y bienvenidos de nuevo al blog! Hoy os traigo una segunda entrada sobre los aguacates que cultivé desde semillas (haced click aquí para leer cómo hacer crecer plantas de aguacate a partir de una semilla), y sobre un par de nuevas amiguitas :)
Primero de todo, los aguacates que empecé a cultivar en Marzo de este año, pedían a gritos un trasplante. De forma que me puse a ello.
Éste es el aspecto que tenían durante las primeras semanas de cultivo en agua – que corresponden si no recuerdo mal a Marzo de este año-.
Y éstas imágenes de a continuación, corresponden a Julio de este año. Podéis ver como las hojas son grandes, de un verde muy intenso, y pinta de estar «sanas».
Mientras que en la imagen de abajo, que corresponde a finales de Agosto de este año, podéis ver como las tres plantas de aguacate ya habían echado muchas raíces y las hojas habían empezado a tener un aspecto «menos saludable». Estando un poco decaídas, y siendo su color menos intenso y brillante. Signo de que empezaban a no estar del todo contentas en los tarros de agua.
¡Hora de trasplantar!
Para trasplantarlos solo necesité las plantas de aguacate, sustrato para plantas (yo usé sustrato universal -que podéis encontrar en cualquier tienda de jardinería, o a veces incluso en sitios como un todo a 100-), una maceta que permita drenar agua – ya que es importante evitar que las raíces se pudran por un exceso de humedad – y , por último, un platito que permita recoger el agua drenada.
Nada más, así de fácil, y así de barato – . Si os animáis a hacer este proyecto, las macetas y el plato no os van a costar más de 2 euros, la semilla la obtendréis de un aguacate que ya os habéis comido – algo que normalmente habríamos desechado, por tanto 0 euros -, y una bolsa de sustrato, que os costará alrededor de 4 euros (y cunde para mucho más que para trasplantar tres aguacates) ;)
A la hora de trasplantar, os recomiendo poner un poco de sustrato humedecido en el fondo de la maceta. Luego poner encima la planta de aguacate, de forma que las raíces estén en contacto con el sustrato, y la punta de la semilla quede por encima del margen superior de la maceta – para lograr esto, un buen truco es apoyar los palillos que sostenían la semilla en el tarro de cristal en el borde superior de la maceta, e ir echando sustrato hasta que la mitad de la semilla esté cubierta-.
Al acabar, solo faltará retirar los palillos y regar la planta para que esté en buenas condiciones para adaptarse a su nuevo entorno :)
Al ir a comprar las macetas con mi hermana a la tienda de jardinería, vimos que vendían cactus i crasas pequeñitos a 1 euro cada uno, así que entre las dos «adoptamos» cinco plantitas -tres mi hermana, y dos yo-.
La primera que me llamó la atención fue esta crasa morada. Por encima de todo, el color me pareció precioso, y pensé que quedaría muy bonito en mi escritorio sin ocupar mucho espacio – no necesito más razones-. ¡Aquí la tenéis!
Y la segunda adición a la familia, fue este cactus blanco. Justo al verlo, me recordó a la escena de Avatar en que las semillas de Eywa rodean al protagonista – y como esta peli no me gusta naaada *wink, wink*-, la cogí sin pensármelo dos veces :)
Esta es la escena de Avatar a la que me he referido en el último parágrafo
Trasplanté tanto la crasa como el cactus a una mini maceta para que estuvieran más a gusto que en la maceta de plástico en que me los vendieron – usando el mismo sustrato que con los aguacates-.
Ésta es la foto final :)
Y ésta es la pinta que tiene la zona verde de mi escritorio, a día de hoy – acabo de hacer la foto con mi móvil, es realista, así que ruego me perdonéis si no se parece en nada a una foto motivacional de pinterest ;) -.
He encontrado que el simple hecho de añadir una planta a mi espacio de trabajo, me permite estar más a gusto al sentarme a hacer faena. Traduciéndose en una mejora en mi nivel de concentración, productividad y estado general – manteniéndome más positiva y tranquila -.
Espero que la entrada de hoy os haya gustado y os inspire a sumar alguna plantita a vuestro espacio de trabajo :)
Muchas gracias por pasaros por el blog, y como siempre,
¡Hasta la próxima!
-M.